1. Las instituciones como escudo humano
40.000 alumnos, 1.400 profesores, 79 titulaciones, 5 Campus. Nada de esto ha impedido a la presidenta de la Comunidad de Madrid y a todo su partido utilizar la Universidad Rey Juan Carlos como escudo para salvar su cabeza. Tampoco les ha inhibido el hecho de que sea el Gobierno de la Comunidad la administración responsable de la coordinación de la política universitaria madrileña. Primero vampirizan las instituciones públicas para la extracción de rentas y favores y después se suman a los coros que las desprestigian, como si fuesen una víctima de ellas. Lo hemos visto con la Universidad, con el agua del Canal, con las Cajas de Ahorros..
2. La cultura del esfuerzo bajo sospecha
La sospecha de que cuando se defienden la meritocracia, la excelencia y la cultura del esfuerzo se está jugando una partida con una baraja trucada. Una partida amañada en la que hay tres jugadores:
(1) Unas élites que consiguen títulos como quien compra unos zapatos en el Corte Inglés.
(2) Una clase media que empeña miles de horas y euros para acreditar sus conocimientos.
(3) Unos terceros, de los que casi nadie se acuerda, que por nacer en hogares en situación de pobreza se caen del sistema educativo en las etapas más tempranas.
3. La sobrevaloración del expediente académico
¿Por qué arriesgó Cifuentes su carrera política por un máster? ¿Qué conocimientos le puede aportar a quien ya está en primera línea de gestión pública un máster en derecho autonómico y local? Seguramente el caso Cifuentes servirá para rebajar la titulitis, o sobrevaloración del expediente académico en nuestra sociedad. En la era de la revolución digital, en la que las competencias obtenidas durante la formación reglada van por detrás de las que se precisan en la vida laboral, los títulos serán una aproximación cada vez menos fiable para valorar las capacidades en multitud de desempeños.
4. El ascenso a primera división de la prensa digital
Un par de años atrás una filtración del calibre del caso Cifuentes hubiese caído en un gran diario nacional de papel. El trabajo del eldiario.es ha marcado la agenda política y mediática como nunca antes lo había conseguido la prensa digital. Esta es una lección que no deben despreciar los medios tradicionales que han decidido abandonar los espacios críticos con el poder y de defensa del pluralismo político.
5. La prueba del algodón para Ciudadanos
Si Ciudadanos hubiese sacado un concejal más, hoy Esperanza Aguirre sería la alcaldesa de Madrid. En todas las Comunidades Autónomas y Ayuntamientos cuando han tenido suficientes votos para garantizar un gobierno del PP, han votado PP. Pero en el caso de la Comunidad de Madrid estamos hablando de algo más que una división del eje ideológico en que ya Ciudadanos ha decidido situarse a la derecha. Aquí estamos ante un reto mayor para el partido naranja, porque el destino ha querido que para limpiar el buen nombre de las instituciones madrileñas, y en especial el de la universidad pública, haya alguien que ofrece toda las garantías. Una persona de trayectoria intachable que solo precisa un voto del partido de Rivera para comenzar a poner fin a tanta sensación de impunidad.
El simple hecho de queé Ciudadanos Cs sea un partido sin disenso interno en una Comunidad como Madrid, da mucho qué pensar a cualquier persona que defienda la gestión pública como bien indelegable en manos de corruptos.
Con sentencias y dimisiones por casos probados en el PP.
El desarrollo de la Comunidad y de sus ciudadanos depende de la gestión en gran medida que han demostrado no hacer, no son decentes.
No lo eran en Marzo de 2016, son menos decentes aún hoy.
Ciudadanos sigue haciendo fuegos de artificio para qué el PP continúe en el poder.
Irán juntos en las próximas, volverán a unir a la derecha de siempre si lo ven mal?
Por qué ha quemado las naves en cada tema, en cada caso y en Madrid ? Está solos con el maltrcho PP y sin las mujeres qué han dejado de apoyarles.
Tienen miedo, pánico a un candidato socialista solvente y honesto qué tenga tiempo para demostrarlo.
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